Reseña al paso: Assassin’s Creed

El cine y los videojuegos nunca se llevan bien de la mano; Assassin’s Creed es otra prueba de ello.

Luego de ser sentenciado a muerte, Callum Lynch es rescatado y puesto en un proyecto por una organización que desea encontrar la Manzana de Adán, artefacto que contiene el código genético para el libre albedrío. Callum deberá encontrarlo mediante el uso de los recuerdos de su antepasado, Aguilar de Nerha, miembro de una hermandad de asesinos que vivió en España de 1492.

La película empieza tan rápida como si buscara la manera de ir al grano sin mucho rodeo. Algo que luce apresurado pero podría tener una justificación válida: enseñar lo que la película promete; cosa que no se consigue porque el resto de la historia nos muestra eventos que simplemente no nos interesa. Las escenas de acción son mínimas y, a cambio, tenemos diálogos que en vez de dejar en claro las motivaciones, nos enredan más aún al punto que no sabemos qué quiere quién.

El ritmo es lento, no hay un conflicto propiamente dicho y la historia culmina de una manera que no lo vemos venir; no porque nos agarre por una buena sorpresa, sino porque simplemente aparece de un momento a otro sin explicación alguna.

El problema principal con las adaptaciones de los videojuegos es que rara vez se toman en serio; con Assassin’s Creed, la cuestión es que no aprovecharon aquello que debía ser su insignia. Las escenas de acción eran lo justo, más nada sorprendente. En cambio, decidieron ir apostar por narrar una parte de la historia que, justamente, es la que menos interés genera.

Las actuaciones estaban en lo esperado, pero la construcción de personajes es lo que desencajaba. Se le cree a Michael Fassbender; pero no se entiende el porqué de sus actos, de sus comportamientos. La elaboración del personaje falló en ese aspecto. Y es que tampoco se puede pedir mucho cuando en la historia tampoco se es clara.

En resumen, Assassin’s Creed es otro intento fallido de adaptación de videojuegos. Una experiencia aburrida y tediosa que ni siquiera supo explotar al máximo aquello en lo que debía enfocarse: la acción.

Trailer: