Un Tributo a Adam West, el Caballero No Tan Oscuro

Adam West, el actor mejor conocido por su papel como Batman en la serie de televisión de los 60s, falleció el jueves 9 de Junio de 2017 tras una batalla con la leucemia, a sus 88 años de edad. Dado mi inevitable fanatismo por su interpretación, quise dedicarle estas líneas.

Seamos sinceros, si creciste en los 80s, el primer Batman que viste en la televisión fue el de Adam West (en Perú repitieron la serie durante años) o el de Los Super Amigos. Mucho antes de que llegara la “bati-manía” con la película de Tim Burton en el 89, los que conocimos al “encapotado” sabíamos muy bien que se trataba de un maestro para sacar deducciones lógicas imposibles, utilizando artilugios que el mundo jamás había visto, y que todo estaba precedido por la palabra “bati”, desde la bati-computadora hasta el infame bati-repelente para tiburones.

Por mucha tensión que se pudiera crear en el ambiente, y por mucha intriga que nos quisieran poner al terminar cada capítulo, teníamos la seguridad de que Batman encontraría la solución y terminaría derrotando a cualquier villano que se le cruzara. Usualmente estos rivales eran personajes extremadamente pintorescos y con características muy marcadas. Le pregunté a un amigo por qué eran así, y me respondió: “es que no son villanos, son supervillanos”. Luego pregunté por qué querían apoderarse de Cuidad Gótica y la explicación fue: “es que primero Ciudad Gótica, y luego el mundo”. De niño, me parecieron respuestas más que satisfactorias y no volví a cuestionar la serie. Crecí asumiendo que todo lo que pasaba tenía sentido de alguna forma. Y lo tenía.

Ahora, ¿por qué un show en el que dos tipos corrían usando la ropa interior por fuera persiguiendo a enemigos disfrazados de animalitos pudo tener tanto impacto? Pues porque su protagonista tenía de todo un poco. Este Batman era capaz de realizar una persecución en bati-móvil, irse a los puños, superar la inteligencia del villano, e incluso comportarse como un conquistador. La serie era una amalgama muy curiosa en la que cualquier cosa podía pasar, que tal vez no debería funcionar, pero lo hacía. Y eso gracias a la presencia de Adam West, un hombre que podía ponerle seriedad a una competencia de surf contra El Guasón, que podía lucir parco en la escena más ridícula y decir la frase más jalada de los pelos con una convicción única.

Eran otros tiempos. Cuando la imagen del superhéroe no era necesariamente el resultado de un psicoanálisis y muchos podíamos vivir tranquilos sabiendo que el próximo programa nuestro personaje favorito seguiría sano y salvo para volver a comenzar. Y así lo veíamos, a la misma bati-hora y por el mismo bati-canal.

Si bien West es recordado por Batman, hubieron aspectos importantes en su carrera posterior a la serie. Algo que me llamó mucho la atención fue saber que le dio la voz al personaje The Gray Ghost en la serie animada de Batman, un superhéroe de antaño que supuestamente fue inspiración de la infancia del Hombre Murciélago. Por otro lado, se convirtió en el alcalde de Quahog en la serie Familiy Guy (Padre de Familia) y también le dio voz a una aventura animada de Batman basada en la serie de los 60s, Return Of The Caped Crusaders, junto a su viejo compañero Burt Ward (Robin).

Los años han pasado y no hay duda de que la imagen actual de Batman es totalmente distinta a la de ese entonces, pero para quienes crecimos viendo las palabras “ZOK!”, “BIFF!” y “KA-POW!” cada vez que alguien recibía un golpe, la actuación de Adam West siempre tendrá un lugar especial.

Santos abrazos, Batman. Nunca te olvidaremos.